jueves, 30 de julio de 2015

CUIDADO CON EL OCULTSMO



Incursionar en el ocultismo, puede llevarte a la muerte.

Por el solo hecho de desafiar los límites y la frontera entre la vida y la muerte, las personas pueden ser víctimas de poderes malignos, seres sin escrúpulos o fuerzas aterradoras del otro lado de esta dimensión.

Deja que los muertos hagan lo que puedan y si eres receptor de fenómenos paranormales, maneja esos poder con prudencia, naturalidad y sin esfuerzos por intentar cada vez más. Aun el espíritu más amado y bondadoso, puede ser otra energía encarnada, maligna y amenazante. Una vez que un difunto baja a nuestra realidad, cuidado...Nunca sabes cuales son sus intenciones.



Rita M Chio

LA MONJA FANTASMA: LEYENDA



A mediados del siglo XVI en épocas de la colonia en México, vivió María de Ávila, una mujer bonita y joven, de buena posición social, con una fortuna considerable. Ella se enamoró de un humilde mestizo de apellido Arrutia quién solo quería casarse con ella para conseguir riqueza y linaje que le ayudarían a satisfacer sus ambiciones personales.

Conociendo estas intensiones Gil y Alfonso, los hermanos de Doña María, se opusieron al romance, haciendo lo posible por separarlos Alfonso le prohibió a Arrutia verla pero el mestizo se negó, entonces fue que pensando en la avaricia de este joven los hermanos decidieron darle mucho dinero con la condición de que se fuera a vivir lejos de la ciudad. El hombre aceptó de inmediato sin molestarse en despedirse de su enamorada.

Después de dos años Doña María seguía en depresión, tras tal evento sus hermanos acordaron enclaustrarla en el Antiguo Convento de la Concepción. Allí siguió deprimida por el mestizo, su gran amor y rezaba por él. Una noche de angustia en la cual no soportó más la falta de Arrutia , se ahorcó en un árbol de duraznos en el patio del convento. Ella fue enterrada en el cementerio del lugar.

Un mes después, el fantasma de la ahorcada María acostumbró a aparecerse todas las noches reflejándose en las aguas de la fuente del convento cuando alguna novicia o monjase veía el rostro. Las madres superiores prohibieron la salida de las monjas a la huerta después de la puesta del sol. Estas apariciones se prolongaron por mucho tiempo después. Ni muerta soportó la ausencia de su amado y salió en busca de él, matándolo para, aunque sea, estar con él en la muerte ya que en vida se lo habían prohibido.

LEYENDA URBANA: "La niña de las rosas" (CASO REAL)



En los jardines de Villa Devoto, (Buenos Aires), desde hace más de 80 años, suceden cosas muy raras en la época cuando florecen los rosales. 

Cuando llegué al barrio, unos 30 años atrás, aun vivía una señora que solía contarme la historia de la zona, sus próceres y anécdotas de todo tipo. Más que interesante para mí, que soy una apasionada de las leyendas urbanas. 
Contaba Doña Irma, muy cautelosa pero precisa, que cuando niña, moraba junto a sus padres frente a la Plaza principal. En aquellos tiempos, no había tantas construcciones y los terrenos se inundaban de rebosantes flores todo el año, hasta que llegaba el otoño y comenzaban con la poda y cuidados de los rosales. Rosales que maravillaban hasta los muertos. Eso decía la anciana con admiración. 

Las flores se abrían radiantes para el orgullo de sus dueños, pero por la noche, la mayoría de ellas desaparecían. Ya era un caso de boca en boca e hizo que una tía de la señora Irma, decidiera pasar las noches despierta y descubrir qué era lo que estaba sucediendo. Y así fue que al tercer día, justo cuando la luna desafiaba la oscuridad de su patio delantero, vio llegar desde la calle empedrada, una diminuta niña de cabellos largos hasta la cintura, túnica blanca y descalza, atravesando el enrejado como por magia. 

La pequeña, sin rosar el suelo, se deslizaba por entre las flores, tomando para sí, las más hermosas. La mujer testigo, asustada y sola, oraba y se persignaba ante tal revelación. Una vez que la niña hubo cortado algunas rosas, salió del jardín y entró en el de enfrente. Así, una y otra vez, ante la mirada asombrada de aquella mujer decidida también a seguirla de lejos. La tierna aparecida, con sus bracitos llenos de rozagantes flores, siguió su camino a escasos docientos metros del hecho e ingresó en una antigua y magnifica residencia abandonada (hoy un colegio) y desapareció.

Una vez conocido el caso, las autoridades de la Municipalidad junto al párroco de la Iglesia, abrieron aquella mansión una tarde de enero de 1945 y la recorrieron minuciosamente, hasta dar con un montículo de rosas secas y agrias, a los pies de un añoso algarrobo. De inmediato se ordenó escavar, de prisa, ya que la luz solar estaba disminuyendo. Los últimos y tenues rayos de sol, iluminaron los huesos de escaso tamaño que emergían de entre un vestido blanco, roído y mohoso. Allí se encontraba la dueña de las rosas: Matilde Sánchez Iriarte. Una niña de 8 años, fallecida de tétanos, dos décadas antes,  a causa de una herida, producida por la espina de su rosal preferido.
 
Aunque se le diera cristiana sepultura, aun en estos tiempos, se comenta la continua desaparición de las rosas más bonitas, en el barrio de Villa Devoto. Ya nadie teme o se asusta. 


Rita Mercedes Chio
Derechos reservados
Argentina  

   



martes, 28 de julio de 2015

GIF OSCUROS








EN ARGENTINA, HAY QUIENES VENDEN KIT PARA MATAR VAMPIROS

  








Una ferretería de la zona sur de Rosario vende estacas para matar vampiros. Para más datos, en el Hogar Obrero –nombre del tradicional negocio–, el kit se consigue entre los artículos de “precios cuidados”.

Según contó Luis, el dueño del negocio, al móvil de De 12 a 14 (el Tres) la iniciativa no es más que un ardid publicitario aunque, a juzgar por la demanda, alguna certeza hay entre los eventuales compradores.

Por lo pronto, la estaca de madera se comercializa a 29 pesos, mientras que el kit –estaca y una masa– se consigue a 60 pesos.

Si bien se trata de una producción modesta, Luis contó que está buscando “algún sponsor que nos de una mano”.

“La gente viene, se saca fotos”, contó Luis al periodista Pedro Levy, al tiempo que reveló otros usos para el trozo de madera con punta afilada: “Algunos las piden para las suegras”.

Confiado en el futuro del dispositivo, el ferretero amigo adelantó que entre los planes a mediano plazo aparecen las estacas con los colores de los equipos de fútbol de Rosario.

sábado, 25 de julio de 2015

VÍDEO DE: Rita Mercedes Chio - "La llegada de la muerte"





VÍDEO: LEYENDAS URBANAS




DESDE QUE ESTOY MUERTA



Los amigos hablan bien de mí. Han olvidado toda diferencia y hasta les perece que escribía bonito, aunque en vida, lo ponían en duda.

Es la primera vez que mi nombre está grabado sobre el bronce y en una imperturbable placa de mármol. Nadie se detiene a pensar, que aun sin estar entre ellos, puedo verlos, oírlos, leerlos, sentir las voces más ocultas de su interior.

Ahora conozco al dedillo sus miserias, debilidades, virtudes y curiosos secretos. Deberían saberlo, deberían...Más que nada cuando hablan de Dios y de la vida eterna.

De mi carne, nada queda. Apenas un desprolijo montón de huesos que se ensambla con la tierra fresca, cada vez más blancos y frágiles.

Pocos han visitado mi tumba, pocos han recordado que amo las fresias, los jazmines y las violetas. Casi ninguno, ha dedicado unos minutos de su vida a cambiar el agua de mis floreros, lustrarlos y quitar las malezas que van, poco a poco cubriendo mi oscuro lecho, impregnado de silencio, totalmente indefenso.

Lo que no se les ocurre pensar, es que también los visito por las noches. No son casuales los cortes de luz de sus casas, los sonidos de viejos muebles o el crujido de gastados pisos de madera.

Desde que estoy bajo tierra, me divierte saberme libre, en el espacio, en el tiempo, en cada elemento de la naturaleza, lejos, muy lejos de lo que ellos imaginan. 







Rita Mercedes Chio

LA MUJER DE LAS TORMENTAS - ( CASO REAL)



En una casa a 2km en las afueras del pueblo, ya en medio de una  zona rural, cada noche de tormenta, hay quienes aun continúan viéndola caminar casi siempre de espaldas al espectador, lenta, apenas distinguible. De todos modos, su silueta refleja juventud aunque la vestimenta, sugiere tiempos remotos. 
Cada uno de los habitantes, intenta encontrarle una explicación, un parentesco o una historia. 

La persona que sí sabía de qué se trataba todo esto, ya no está en el mundo de los vivos. Es ahí que nos quedan vagas respuestas sobre la misteriosa dama de la oscuridad. 


El último y más coherente relato sobre su existencia, me la dio mi abuela, en el año 1969, poco antes que la perdiera para siempre. 


Cuenta la leyenda que María Dolores Ayala, una viuda madre con 4 hijos pequeños, decidió pasar un día de campo en familia, en las cercanías de la vieja estancia Ancaloo, al sur de la Pcia de Santa Fe, propiedad de los Herrázuriz - Alvear, una tarde nublada de domingo, en el año 1922. Llegado el atardecer, una implacable tormenta de viento y granizo, se desató con furia sobre los campos florecientes del verano. Copiosas coníferas retorcían sus ramas y esparcían el fuerte aroma de la resina. Relámpagos que iluminaban  azules,  estrechos senderos de tierra, algunos que conducían directamente a la  bellísima laguna de aguas oscuras, barrancos endebles y mediana profundidad. Dos de los niños cayeron en ella. Truenos y rayos que opacaron sus gritos aterrados. La madre solo puedo encontrar a los otros niños con vida y debió esperar hasta el amanecer, para continuar su búsqueda. Dos moradores de la estancia la hallaron con las primeras luces del día. Llevaron a las criaturas a un refugio de la estancia , pero la madre se negó a dejar el lugar de la tragedia. Una vez avisada la policía más cercana, a media mañana, regresaron por la mujer que ya no estaba. Retiraron los dos pequeños cuerpos del agua, pero no se pudo dar con el paradero de María Dolores. 


De ahí en más, estas apariciones, han sido cada vez más frecuentes y cada vez más rebosantes de misterio y creencias que paseaban de boca en boca, con temor, con incredulidad, en algunos casos, con testigos de muy creíbles (Entre ellos mi abuela Poli, que vivía exactamente a pocos metros de ahí, en la casa de los parqueros y fue quien presenció la mayoría de aquellos momentos angustiantes, que aun desvelan a los pobladores) Por supuesto, la versión de mi abuela, es la más firme. 



Rita Mercedes Chio

martes, 21 de julio de 2015

TRISTANIA: "EL AÑO DE LA RATA" - VÍDEO - GÓTICO



VÍDEO - UNA CASA SINIESTRA EN URUGUAY



LA MUERTE DE EGON KOMAR. (Caso real)

Continuación de: "Pactando con un espíritu" 
La misteriosa historia de Egon Komar, continúa. 

Una historia que solo yo he vivido en 1975, en plena ciudad de Buenos Aires. 
Aquellos episodios en los que el ex sacerdote Húngaro, solía descompensarse y era asistido únicamente por mí, fueron incrementando, irremediablemente hasta llegar a su fin. Un triste final que no puedo evitarse, que entre llanto y desconsuelo, lo aferró más que nunca a mi presencia, al temor por lo desconocido, a repetir incesantemente la palabra: Omega. (En su idioma, el símbolo de la hora final).

Egon falleció en el hospital al que siempre acudimos, en una mísera camilla de emergencias, agradecido de poder sostener mi mano. Busqué en la guía telefónica un supuesto pariente lejano que siempre mencionaba y luego de despedirme de su esmirriado cuerpo, regresé a la vieja casa que compartíamos, con la idea de mudarme lo más pronto posible. 

A las dos noches siguiente de su deceso, diría que de madrugada, regreso de mis habituales salidas nocturnas y oh sorpresa! Al ingresar en su apartamento, veo en la banderola de su cuarto cerrado con llave por mí, (Llave que entregué en mano a su sobrino lejano) el resplandor de un televisor encendido. No había manera de poder comprobarlo si no me trepaba a una silla. Antes de hacerlo, con mucho pesar, bajé al piso tercero y tuve que despertar a una pareja de cantantes de ópera, para que fueran testigos de la situación. 

Y así resultó. Su televisor estaba encendido, muy a pesar de que él ya no estaba entre nosotros. No sentí temor. Volvimos a mirar. Don Egon (Eugenio) tenía sobre la cama de dos plazas un cable, una extensión con una perilla para encenderlo, sin necesidad de mover su cansado cuerpo. El matrimonio se fue aterrado y quedé a solas con aquello inexplicable. Insisto, no sentí temor alguno...Dios sabía lo buena persona que había sido el anciano. A eso de las 7 de la mañana, su voz...Otra vez su gastada llamándome como antes de morir. Oré por él, hablé con él, le prometí no olvidarlo nunca. El televisor estaba apagado, solo retumbaba en la casa, aquel llamado desesperado que me acompañó más de un año conviviendo en su casa. 

A las pocas semanas ya me había mudado a otro barrio, muy lejos de ahí. 
Triste y agradecida a la vida haberlo conocido, siempre lo nombro. Sé que está junto a Irina y que solo quiso darme las últimas señales de su alma bondadosa. No le temo a los muertos. Ellos saben como hacer para conectarse conmigo. 
Hasta siempre querido Egon! Descansa en paz!


Rita Mercedes Chio 

MUY CERCANO A LA MUERTE








COLECCIÓN DE FOTOGRAFÍAS OSCURAS - DARK - GÓTICO











martes, 14 de julio de 2015

POEMA GÓTICO: "MARFILES"



Marfiles tus huesos, acuñados en la tierra,
buriles entre sombras, espinada primavera.
grabando los pasos, que lentos fugaron
al hambre de flores y oración pasajera.


Un ángel piadoso, eterno a tu lado
consagra su alas, mohosas y abiertas
a la frágil memoria de lo ya olvidado
a la triste fragancia de la luna llena.


Y mi pequeña alma, que sigue con vida
que ama, que espera, que nunca te olvida
que duerme a tu lado, doblada y sencilla
se niega a caer, en frío lecho de la despedida.








Rita Mercedes Chio
D. Reservados



lunes, 6 de julio de 2015

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Si te agrada este blog, agradezco mucho, si lo compartes entre tus amigos. 
Cuento casos reales, historias, leyendas y experiencias personales con el más allá. 
Muchas gracias! 

 

MI RELACIÓN CON LOS ESPÍRITUS.



Sí, tengo mucha facilidad para conectarme con los muertos. Y hasta ahora, han sido experiencias NO buscadas y con excelentes resultados. 
Espíritus buenos, llenos de amor, bajo la gracia Divina de Dios. Puede que algo de mí logre que se conecten, manifiesten y comuniquen. No es cosa de todos los días, son casos excepcionales, en el momento justo y necesario.

No juego con esas cosas, simplemente "ocurren".


Rita Mercedes Chio 

PACTANDO CON UN ESPÍRITU - CASO REAL!


En los años 70, por varias razones que no vienen al caso, tuve que ir a vivir a la casa de un ex sacerdote Húngaro, llegado a la Argentina luego de la segunda guerra mundial. Aquí se había casado con una señora rusa y enviudado, sin hijos, a temprana edad. 
Me ofreció una boardilla de su departamento de la calle Siupacha y Paraguay. 
Egon era el anciano más dulce y honrado que conocí en mi vida. Sabio, amplio, algo desconfiado, pero optimista, respetuoso y amante de la vida sana y simple. 
A los pocos días de estar compartiendo su casa y momentos, con un poco de incomodidad e inseguridad, me confiesa de aquel amor perdido, de su recuerdo permanente, de sus sentimientos aun a flor de piel. A eso le agrega un poco titubeante, que era muy posible que sintiera la presencia de Irina, en algunas ocasiones. Me pidió no temer, hacer de cuenta que nada estaba pasando. 
Y así ocurrió. Irina permanecía al lado de aquel anciano, luego que la muerte los separara 30 años atrás. 
Se encendían las luces, había ruidos en la cocina, la ropa del cordel era quitada cuando nadie lo había hecho y aparecía dobladita sobre una silla en la sala de costura y planchado. En lo que a mí respecta, no hubo temor, no hubo nada que perturbara mi vida en aquella casa. 
El anciano enfermó de gravedad y solía llamarme, dándome tiempo a que durmiera, a las 7 de la mañana para que lo lleve al hospital Fernández. A veces no lo escuchaba y eso lo obligaba a levantarse de la cama para gritar mi nombre al pie de las escaleras. Lo asistía, lo vestía y los trasladaba a emergencias, sin perder un solo segundo. 
Por temor a seguir con la posibilidad de no escucharlo cuando me requería, sin pensarlo dos veces, le pido en oración a Irina que me ayude con el caso. 
A partir de ahí, cuando Egon se desestabilizaba, su voz sonaba dentro de mi pequeño cuarto, como si estuviese a mi lado, a pesar de los 15 metros y dos puertas cerradas que nos separaban. 
El amor eterno, se manifestaba una vez más ante mi credulidad, sin asombros, sin sorpresas, con la infinita magia entre la vida y la muerte. Jamás olvidaré a Egon. Lo llevo dentro de mi corazón y lo pienso todos los días. Irina comprendió mi pedido y a ella le debo la dicha de aquel milagro. 
(Esta historia continúa) 


Rita Mercedes Chio 


domingo, 5 de julio de 2015

RELIGIOSA ARDIENTE


Sor Mariana Alcoforado vivió en Portugal entre 1640 y 1723. Las cartas que dejaron su nombre marcado a fuego en la tradición de la literatura epistolar y la literatura erótica, fueron escritas, presumiblemente, en 1669. Éstas fueron dirigidas al marqués Noel Bouton de Chamilly, con quien Mariana habría vivido un amor breve y pasional hasta el retorno del militar a tierras galas.



EL GOCE DE SANTA TERESA DE JESÚS

 EXPERIENCIAS místicas donde emerge el goce sexual, LA IGLESIA trata de mostrar o enfocar desde un ángulo meramente espiritual.
"Gozar" para la religión cristiana, está negado, censurado y marcado con exclusividad en el ámbito del espíritu, de tal manera, que La Virgen María, murió como virgen, a pesar de haber tenido varios hijos.    




“Mis miembros se quebraron y partieron de deseo”

Santa Teresa de Jesús y otros autores han dejado testimonios de la experiencia del éxtasis místico. Al examinar esos registros, el autor de este trabajo señala una clave de la diferencia entre las fantasías que la gente tiene y lo que Teresa llamó “gozar sin entender lo que se goza”

Atractiva mujer de cuarenta y siete años, Teresa se ha dejado llevar largamente por ensoñaciones, pero esta vez la presencia es concreta: a la izquierda del lugar donde yace hay un hermoso muchacho, de rostro encendido. Entre sus manos sostiene un dardo de hierro que despide fuego por la punta, con el que le penetra el corazón hasta alcanzar sus entrañas; lo mete y lo saca en gozoso vaivén. Cuando lo retira, ella, encendida de amor, siente que su intimidad se escurre por la herida. Trasportada de dolor y placer gime, deseando no la abandone tan excelso sentimiento. Los días siguientes la sumergen en un glorioso embotamiento de pena y felicidad, por fuera del hábito cotidiano. 




Además del relato que la propia Teresa hiciera en su autobiografía (Libro de la Vida, capítulo 29. Monte Carmelo, Burgos, 1999), Bernini inmortalizó la transverberación en una célebre escultura. Hija de don Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz de Ahumada, la familia habría comprado a precio alto un linaje de antiguo cristianismo para ocultar la sangre judía, luego de que el padre de Alonso sufriese la condena del tribunal inquisitorial de Toledo, acusado de “herético y apóstata en contra de (nuestra) Santa Fe católica” y le colgaran la túnica amarilla del oprobio, el sambenito. Desde mucho antes de 1515, año del nacimiento de Teresa, los Sánchez de Cepeda estaban radicados en Avila, escapando al pasado. Esto posibilitó que, al momento de ser visitada por el serafín, Teresa tuviese más de veinte años de monja sin que nadie objetara su ascendencia. La posteridad la conoció como santa Teresa de Jesús.
No es éste un relato único de experiencia mística de subido tono erótico.